¿QUÉ SON LOS DISRUPTORES ENDOCRINOS?
¿Qué son los disruptores endocrinos?
Los disruptores hormonales o endocrinos son sustancias químicas capaces de alterar el sistema hormonal del organismo y generar su disfunción. Pueden causar, a largo plazo, enfermedades relacionadas con la salud reproductiva femenina y masculina – cáncer de mama o de próstata, infertilidad, pubertad precoz, etc.-, trastornos metabólicos como obesidad o diabetes o enfermedades neurológicas entre otras. Su efecto es acumulativo, irreversible y se puede transmitir de una generación a otra.
EXPOSICIÓN CONTINUA
Estas sustancias forman parte de la vida diaria y están presentes habitualmente: en el hogar, en el trabajo, en la calle e incluso en el campo. Llegan al organismo a través del aire, de los alimentos y por supuesto, de los productos de belleza y cuidado corporal. Por tanto, diariamente, la exposición es constante y la cantidad de sustancias es algo difícil de cuantificar.
CONSECUENCIAS IMPREDECIBLES
Pero la exposición continuada no es el único problema, éstas sustancias pueden reaccionar unas con otras de manera impredecible y las consecuencias de dicha reacción pueden no manifestarse hasta después de largos periodos de latencia.
¿EXISTE UNA DOSIS SEGURA?
El efecto cóctel hace que sea muy difícil establecer una dosis segura y más teniendo en cuenta que los disruptores hormonales suelen actuar a concentraciones mucho más bajas que las testadas: no responden a una curva lineal de “mayor concentración = mayor efecto”.
EFECTOS PROBADOS DE LOS LOS DISRUPTORES ENDOCRINOS:
- Compiten con los estrógenos naturales: parabenos, benzofenonas y bisfenoles.
- Interaccionan con los sistemas enzimáticos responsables de regular el equilibrio hormonal: parabenos, bisfenoles y ftalatos.
- Inducen a la proliferación tumoral: parabenos y benzofenonas.
- Presentan actividad antiandrogénica (que bloquean la actividad normal de las hormonas sexuales masculinas): parabenos, benzofenonas y bisfenoles.
- Producen daños sobre la capacidad y desarrollo reproductivo de las especies: bisfenoles.
LAGUNAS LEGALES
“Continuamente surgen nuevas marcas que venden sus productos como ‘saludables y libres de químicos’, pero si observas detenidamente sus etiquetas, muchas contienen químicos que deben evitarse a toda costa”, explica Paola Gugliotta, y advierte: “muchas empresas se benefician de las lagunas reglamentarias para utilizar términos como ‘orgánico’ o ‘natural’, cuando en realidad no lo son”.
¿CÓMO IDENTIFICAR A LOS DISRUPTORES ENDOCRINOS?
Parabenos
Se trata de sustancias que actúan como conservantes y que penetran profundamente en la piel. Dentro del organismo actúan de la misma manera que los estrógenos, interfiriendo en el funcionamiento natural de las hormonas. Aunque algunos de los parabenos están prohibidos en la actualidad, otros aún pueden usarse en la industria cosmética, pero, con toda seguridad, continuará restringiéndose la lista de parabemos permitidos.
En la etiqueta aparecen con nombres como: propilparapeno, isopropilparapeno, isobutilparabeno y butilparabeno.
Bisfenoles
Puede aparecer en los cosméticos, puesto que es un componente presente en algunos envases plásticos de policarbonato o cualquiera identificado con el símbolo de reciclaje 7. Estas sustancias químicas suelen migrar hacia el producto con el que están en contacto. Incluso, algunos envases de aluminio llevan también un recubrimiento de Bisfenol A para evitar la migración de partículas del aluminio hacia el producto.
Formaldehído
Si bien el uso de formaldehído está prohibido en la industria cosmética, hay varios ingredientes, como algunos conservantes o quelantes, que son liberadores de formaldehído. Por eso se considera una sustancia química oculta: no se encuentra en el código INCI (Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos), pero se genera o se libera una vez que se utiliza el producto.
Estas sustancias aparecen a menudo en muchos productos para el cuidado personal, especialmente en champús, suavizantes para el cabello y jabones líquidos, como también en las bases de maquillaje. Este químico se puede absorber a través de nuestra piel y puede causar reacciones alérgicas extremas e incluso se ha relacionado con el cáncer en estudios recientes. En la etiqueta aparecen con nombres como: 1,3-Dimetilol-5,5-Dimetilhidantoína (o DMDM Hidantoína), Imidazolidinilurea, Bencilo Hemiformal. 2-Bromo-2-Nitropropano-1,3-Diol, 5-Bromo-5-Nitro-1,3-Dioxano Diazolidinil urea. Hidroximetilglicinato de Sodio, Cuaternios en general y BTA o BTH.
Ftalatos
Son sustancias disolventes y suavizantes que se pueden encontrar con excesiva facilidad en cremas, esmaltes de uñas, perfumes, lacas de pelo y desodorantes. Son disruptores hormonales y diversos estudios los vinculan a problemas reproductores, neurológicos o cáncer. No se pueden encontrar en la etiqueta ya que, al ser un subproducto o un ingrediente escondido detrás de algunos perfumes, la legislación no exige que se incluya en el etiquetado de ingredientes (código INCI).
Benzofenonas, canfenos y cinamatos
Son filtros UV muy comunes en cosmética y también en envases de plástico. Se utilizan por su capacidad de proteger de la luz solar sin dejar la piel blanquecina. Por eso, a la hora de elegir un producto de protección solar infantil, hay que intentar evitar lo máximo posible los filtros químicos, y elegir aquellos con filtros 100% de origen mineral y no nano.
- Filtros UV basados en benzofenonas, canfenos y oxicinamatos (benzophenone, oxybenzone, ethylhexyl methoxyxinnamate…)
- Resorcinol (presente en los tintes de cabello, champús, y algunos para acné y eccema)
- Triclosán (pastas de dientes y jabones)
- Siliconas, presentes en practicamente todos los productos de belleza, higiene…
- Dimetil ftalato (repelentes de insectos).
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